DE LA TIZA AL ROTULADOR DIGITAL
Hay que reconocer y dar méritos a la labor que ha realizado la Gobernación del Atlántico en lo que en materia de tecnología se refiere, con respecto a la educación de este departamento.
Es indiscutible que se ha evidenciado una transformación tecnológica en los 23 municipios de esta región que se puede desglosar de esta manera:
Las 120 instituciones educativas atlanticenses cuentan con internet de fibra óptica, sin mencionar las 224 sedes restantes. Cada uno de estos colegios cuenta, con al menos, una sala de informática y una sala de bilingüismo dotada de computadores modernos. 567 portátiles con software de matemáticas y laboratorios de física y química fueron proporcionados en 20 municipios. 140 tableros digitales entregados y 700 más, próximos a entregar. 253 docentes capacitados en todo el departamento en el manejo de éstos y 121.000 niños beneficiados. Con estos datos y algunos otros que quedaron sin mencionar, es verosímil la afirmación que el sistema educativo del Atlántico está en el más alto nivel tecnológico del territorio nacional.
La Institución Educativa de Sabanalarga CODESA es una de las tantas escuelas ejemplo de la transformación tecnológica por la que atraviesa la educación atlanticense. En la actualidad cuenta con una planta de 54 docentes quienes tienen a su disposición 2 salas de informática, 1 sala de bilingüismo, 3 portátiles y 1 sala de audiovisuales en la que reposa 1 tablero digital. Éste último, ha sido la más reciente dotación que ha recibido la escuela. Un tablero digital que invita a un cambio de paradigma y que trae consigo una serie de implicaciones a nivel pedagógico.
Para familiarizarse con el tema debe entenderse que el Tablero Digital es un sistema tecnológico, generalmente integrado por un ordenador, un videoproyector y un dispositivo de control de puntero, que permite proyectar en una superficie interactiva, contenido digital en un formato idóneo para visualización en grupo. Se puede interactuar directamente sobre la superficie de proyección (tablero), permitiendo escribir directamente sobre ella y controlar los programas informáticos con un puntero (lápiz o rotulador digital).
Esta útil y novedosa herramienta es subutilizada la mayor parte del tiempo. El hecho de estar integrada por un video beam, provoca que se dé a ésta un uso corriente, el de proyector de diapositivas o vídeos. Sin restarle importancia a lo valioso que puede ser el análisis o estudio de un video en clase; es conveniente anotar que sí se le está aminorando utilidad, funcionalidad a un tablero que cambia la connotación tradicional, gracias a las innumerables herramientas que ofrece el software que lo controla.
Es de saber que el estudiante puede escribir directamente en él o incluso dibujar, mediante el uso de un rotulador o lápiz que tiene el mismo uso del mouse o ratón. Con él se puede seleccionar, arrastrar y trae consigo un botón para activar el menú contextual.
Por supuesto, el estudiante podrá escoger el color de su agrado, o usar un resaltador; también cuenta con un borrador y una herramienta de líneas para unir ideas, conceptos o crear figuras geométricas. Entre otras, además ofrece ayuda para las matemáticas como una regla, una escuadra, un transportador y una cámara integrada que posibilita hacer impresiones de la pantalla o de la actividad que se está realizando.
Este software permite incorporar audio y vídeo a la actividad planeada. De esta manera podríamos pensar en lecciones de inglés que involucren conversaciones o audiotextos. Las clases de biologías podrían ser acompañadas de vídeos y las de sociales, por ejemplo, del software google earth. Esta aplicación de google requiere conexión a internet, pero no sería impedimento porque el tablero la posee.
En cualquiera de los casos anteriores, lo significativo sería que el docente permitiera la interacción, el trabajo cooperativo y no privilegiar la cátedra como metodología tradicional. El docente puede tener a dos estudiantes trabajando al tiempo en una actividad en el tablero, el resto de la clase puede aportar desde sus asientos y el profesor hace lo propio desde el ordenador.
Un tablero digital invita a un cambio de paradigma y trae consigo una serie de implicaciones a nivel pedagógico.
Para algunos, la preparación de clase “a papel y lápiz” debe ser algo recurrente, característico de su cotidianidad académica; para muchos otros, la larga experiencia y la idoneidad son argumentos suficientes para echar un vistazo a la programación y visualizar cómo será la clase de mañana.
El maestro que haga uso del tablero digital está obligado a preparar clase “a papel y lápiz”, en sentido figurado, ya que realmente tendrá que remplazar el papel por el software y el lápiz por el teclado y el mouse.
Es una dinámica excelente que pone al docente ante un reto. No sólo tiene que preparar su clase, - lo que implica mirar la temática en la programación, buscar conceptos, indagar en internet, conseguir algún vídeo, buscar imágenes, audios, etc.-; sino que además, debe convertirse en un productor de material educativo computarizado MEC. Cada lección preparada con el software del tablero digital (ActivInspire) se constituye en un material de apoyo de características computarizadas, que incluso podría ser audiovisual, lo cual acerca más al docente al rol de programador; con herramientas sencillas, sin hablar de un lenguaje de programación.
El maestro que decida pasar de la tiza al rotulador digital estará asegurando un cambio pedagógico que se evidenciará en:
- Un aumento en la participación de los alumnos. Todos querrán salir al frente a interactuar con algo que es lo más cercano a un juego (imágenes, texto, vídeo). Además, los niños son muy dados a las nuevas tecnologías.
- Un aumento en la atención y retentiva de los estudiantes.
- Mayor motivación. Aumenta el deseo de aprender de los estudiantes.
- Mejoría en la comprensión: multimedialidad, más recursos disponibles para mostrar y comentar, mayor interacción. Permite visualizar conceptos y procesos difíciles y complejos.
- Tratamiento de la diversidad de estilos de aprendizaje: potencia el aprendizaje visual, el aprendizaje cenestésico o táctil.
- Mayor concentración del docente para observar a sus alumnos y atender sus preguntas (no está mirando la pantalla del ordenador).
- Mayor motivación del profesor: dispone de más recursos, obtiene una respuesta positiva de los estudiantes.
- Clases mucho más atractivas y documentadas. Los materiales que vaya creando los puede ir adaptando y reutilizar cada año.
¿Está el docente del CODESA preparado para afrontar este desafío? La respuesta es un definitivo no. Únicamente 8 docentes de 54 se han apropiado de esta herramienta y hacen un uso efectivo de ella. Los maestros estarán preparados cuando cambien las estadísticas planteadas al comienzo. 253 docentes capacitados en todo el departamento no es suficiente. En la Institución Educativa de Sabanalarga CODESA un solo docente fue capacitado y aunque es valioso su interés por socializar lo aprendido, no es proporcionado con el número de horas que se requieren para aprender las herramientas que conforman el software, además de una parte práctica obligatoria, guiada, de laboratorio en la que el docente cree sus primeras clases.
Es necesario que se faciliten los espacios. Se requiere un mínimo de seis horas seguidas, con grupos reducidos. Solo de esta manera se podría conseguir que en su gran mayoría los docentes hagan parte de la transformación tecnológica que se está dando en el Atlántico y que puedan hacer un uso significativo de los recursos tecnológicos con los que cuenta el CODESA, en especial el tablero digital.
